Zidane se movía con la prestancia de un torero. Con deslumbrante maestría y clase suprema, él orquestaba el juego con fuego interior. Sus pases eran de una perfección pasmosa, como pinceladas magistrales en la https://finniangvyr898080.bloggerswise.com/46527327/cómo-reaccionaron-los-jugadores-al-cabezazo-de-zidane