Zidane se movía con la prestancia de un torero. Con deslumbrante maestría y sofisticación técnica, él orquestaba el juego con inspiración divina. Sus pases eran de una perfección pasmosa, como pinceladas https://lancerroq562023.thenerdsblog.com/44554254/el-mundo-recuerda-el-cabezazo-de-zidane